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Vie, Ago 8, 2025

Mosca de la fruta: cómo controlar esta plaga durante los meses cálidos

Mosca de la fruta: cómo controlar esta plaga durante los meses cálidos

La mosca de la fruta (Drosophila spp.) representa un riesgo de higiene y un indicador de fallas sanitarias en instalaciones alimentarias, especialmente en temporadas cálidas. Su control efectivo se basa en un Manejo Integrado de Plagas (MIP) enfocado en la eliminación de focos de cría mediante estrictos protocolos de limpieza y saneamiento. Las trampas de monitoreo son clave para la detección y verificación de la eficacia del programa, reservando el control químico como último recurso.

Durante los meses cálidos, una de las plagas más frecuentes en cocinas profesionales, fruterías, obradores o instalaciones de hostelería es la mosca de la fruta (Drosophila spp.). Su presencia, además de resultar molesta, compromete la higiene y la seguridad alimentaria, sobre todo cuando la población crece sin un control adecuado.

Mosca de la fruta: una plaga más activa en verano

Las llamadas moscas de la fruta pertenecen mayoritariamente al género Drosophila, siendo Drosophila melanogaster la especie más común en entornos urbanos. Son dípteros pequeños (2 a 4 mm), de color amarillento a marrón claro, con ojos rojos muy visibles, que se reproducen con gran rapidez en presencia de materia orgánica en fermentación. 

A pesar de su nombre, no se alimentan únicamente de frutas maduras, sino también de zumos, vinagre, cerveza, productos fermentados, residuos vegetales, mermeladas o cualquier líquido azucarado en descomposición.

Las altas temperaturas favorecen la aceleración de su ciclo biológico y su rápida reproducción. Además, el verano coincide con una mayor disponibilidad de frutas maduras o sobremaduradas, residuos orgánicos y líquidos fermentables, lo que aumenta las posibilidades de infestaciones graves en cocinas comerciales, bares, fruterías, plantas procesadoras de alimentos, restaurantes y otras instalaciones del sector HORECA.

La mosca de la fruta es una plaga pequeña pero persistente. Su aparición puede afectar tanto la imagen como la higiene de un establecimiento, por lo que una gestión proactiva basada en la prevención, la higiene y el control profesional es la mejor garantía para mantenerla a raya.

¿Cómo se detecta una infestación de la mosca de la fruta?

La detección temprana es clave para evitar que la plaga se descontrole, por lo que la vigilancia de indicios de infestación es más que recomendable:

  • presencia de mosquitas pequeñas volando cerca de frutas, grifos o fregaderos, o bien posadas en paredes, vidrios o cerca de botellas abiertas.
  • presencia de larvas blancas(gusanos) en restos de fruta o líquidos fermentados.

Las moscas de la fruta buscan ambientes húmedos, templados y con materia orgánica en fermentación.

Los focos de infestación más habituales donde podemos encontrarlas incluyen: 

  • frutas maduras, dañadas o en descomposición.
  • restos de frutas o verduras en cubos de basura sin tapar.
  • derrames de zumos, cerveza, vino o vinagre.
  • contenedores de basura y de reciclaje de la cocina
  • desagües, sifones, trampas de grasa y zonas húmedas poco higienizadas.
  • equipos sin limpiar correctamente: exprimidores, batidoras, licuadoras, etc.

A veces puede suceder que los huevos de la mosca ya se encuentren en las frutas o verduras suministradas por el proveedor y lleguen asi hasta el interior de los establecimientos. En estos casos, los huevos pueden convertirse en unos pocos días, súbitamente, en una población de moscas adultas volando en la cocina.

Prevención: la mejor estrategia

Como pasa con muchas otras plagas, la higiene es fundamental para prevenir y controlar las infestaciones de D. melanogaster.

Estas son algunas buenas prácticas:

  • Eliminar residuos orgánicos a diario, sin acumular frutas dañadas o cáscaras.
  • Tapar y vaciar los cubos de basura con frecuencia.
  • Limpieza y desinfección de desagües y zonas húmedas con productos enzimáticos o desinfectantes compatibles.
  • Evitar derrames y limpiar inmediatamente cualquier líquido fermentable.
  • Instalar mallas mosquiteras o cortinas de aire en accesos abiertos durante el verano.
  • Revisar zonas de difícil acceso y aplicar protocolos de limpieza periódica.
  • Métodos de control recomendados
  • Cuando la infestación ya está establecida es necesario identificar la fuente de alimentode las moscas para limpiar y eliminar el foco de cría: restos de fruta, desechos húmedos, biofilm en fregaderos. Se deben comprobar los contenedores de basura y de reciclaje de la cocina, porque los líquidos residuales o los alimentos en los contenedores de almacenamiento de reciclaje suelen ser una fuente de moscas.
  • Se recomienda también realizar una limpieza profunda de zonas críticas como desagües, juntas, rendijas y maquinaria.
  • Por otra parte, existen trampas que contienen atrayentes alimenticios específicos,que pueden ser útiles en la detección temprana y el control de las poblaciones de moscas de la fruta. Las trampas permiten identificar la presencia de Drosophila melanogaster, saber de donde surgen las moscas y comprobar que las medidas de control aplicadas han sido eficaces para eliminar la infestación. Estas trampas pueden utilizarse durante todo el año, pero se recomiendan especialmente durante los meses cálidos.
  • Como último recurso puede utilizarse elcontrol químico profesional, con la aplicación localizada de insecticidas autorizados en zonas no expuestas a alimentos.

 

Fuente: higieneambietal.com

14 julio 2025

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