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Vie, Ago 8, 2025

El costo oculto del envejecimiento de los equipos: repensando la confiabilidad y el diseño higiénico en la fabricación de alimentos

El costo oculto del envejecimiento de los equipos: repensando la confiabilidad y el diseño higiénico en la fabricación de alimentos

La dependencia de equipos antiguos en la industria alimentaria, evaluados con métricas obsoletas como la antigüedad, representa un riesgo creciente para la inocuidad. El artículo propone un nuevo marco para evaluar la Vida Útil Restante (VUR) que integra la fiabilidad técnica con el diseño higiénico y el costo total de propiedad. Adoptar este enfoque basado en datos y mantenimiento predictivo permite tomar decisiones más estratégicas, minimizar costos ocultos y garantizar el cumplimiento regulatorio.

Para una industria basada en la precisión y la confianza, el deterioro silencioso de los equipos de procesamiento de alimentos antiguos representa una amenaza sutil pero creciente. Si bien, en promedio, muchas operaciones aún dependen de máquinas con 20 o incluso 30 años de antigüedad, las métricas que tradicionalmente hemos utilizado para evaluar su viabilidad, como los cronogramas de depreciación y las métricas básicas de rendimiento, ya no son suficientes.

Es hora de redefinir la Vida Útil Restante (VRS) fusionando la fiabilidad técnica con el rendimiento del diseño higiénico, el coste de propiedad y el cumplimiento de las normas de seguridad alimentaria. Este artículo de opinión describe un nuevo marco para evaluar la idoneidad de los equipos, que se adapta a las realidades de la fabricación moderna, el escrutinio regulatorio y los avances competitivos. 

Repensando la vida útil restante (VRS)

En la mayoría de las empresas manufactureras, el RUL se considera como una cuenta regresiva o una formalidad financiera. Pero la verdadera longevidad operativa no se mide únicamente por la edad. El fin de la vida útil de un activo se presenta de diversas maneras:

  • Vida física: Cuando el equipo ya no funciona
  • Vida económica: Cuando ya no resulta rentable mantenerla
  • Nivel de servicio/vida útil: cuando no puede satisfacer las demandas de producción
  • Vida útil de cumplimiento: cuando no cumple con los estándares de higiene actualizados

La industria alimentaria, conocida por sus complejas regulaciones y altos requisitos de higiene, debe dejar de depender únicamente de la antigüedad o el tiempo de inactividad. En su lugar, los líderes deberían adoptar modelos de evaluación de RUL basados en datos. El análisis predictivo, la fusión de sensores y los datos históricos de rendimiento permiten ahora a los fabricantes anticipar los puntos de fallo, programar intervenciones y optimizar los presupuestos de mantenimiento. 

Diseño higiénico: más que cumplimiento

Un diseño higiénico deficiente no solo es un problema regulatorio, sino que también afecta negativamente al rendimiento. Cada perno difícil de alcanzar, sello propenso a la humedad y superficie que acumula residuos aumenta el tiempo de saneamiento, el riesgo de contaminación y las paradas no planificadas.

La integridad del diseño influye directamente en la fiabilidad operativa.  

Considere lo siguiente:

  • La corrosión provocada por los productos químicos de limpieza acorta la vida útil del material.
  • La fatiga y la vibración aceleran los fallos de los componentes.
  • La acumulación de contaminación reduce la calidad del producto y la eficacia de la limpieza.

Los equipos diseñados sin tener en cuenta la facilidad de limpieza y la accesibilidad se vuelven más difíciles y costosos de mantener con el tiempo. Sin embargo, el mercado está inundado de máquinas que priorizan el costo inicial sobre el cumplimiento de la higiene a largo plazo, lo que genera responsabilidades ocultas para las empresas.

Monitoreo, modelado y mantenimiento predictivo

Ahora contamos con las herramientas para mejorar. Los principales fabricantes están integrando sensores para monitorizar la vibración, la temperatura o incluso los niveles de contaminación, alimentando con datos los modelos de aprendizaje automático que pronostican la degradación.

Los enfoques comunes para el modelado RUL incluyen:

  • Monitoreo de umbrales: alerta cuando las variables exceden los límites de seguridad
  • Modelado de degradación: proyección de fallas según tendencias de desgaste
  • IA y aprendizaje automático: creación de pronósticos adaptativos utilizando grandes conjuntos de datos

La incorporación de datos higiénicos en estos modelos, como la frecuencia de limpieza, los resultados de las pruebas microbiológicas y las tasas de error de los operadores, aporta una nueva dimensión de conocimiento. Si se utiliza correctamente, el mantenimiento predictivo no solo previene averías, sino que también favorece una producción de alimentos más segura y una planificación más inteligente de los equipos.

Costo de propiedad: una ecuación oculta

La mayoría de las decisiones de adquisición de equipos aún se centran en los costos iniciales. Sin embargo, a lo largo de su vida útil, el costo total de una máquina incluye:

  • Tiempo de mantenimiento y saneamiento
  • Pérdidas por tiempo de inactividad y sanciones por incumplimiento
  • Capacitación y piezas de repuesto
  • Modernización y actualizaciones

Invertir en equipos con diseño higiénico desde el principio puede ser más costoso, pero minimiza estos gastos ocultos y aumenta el valor a largo plazo. En un entorno competitivo y con un alto nivel de cumplimiento normativo, los equipos baratos pueden convertirse en la decisión más costosa.

Un nuevo marco para la idoneidad de los equipos

Los fabricantes de alimentos necesitan un marco más inteligente para evaluar los equipos, más allá de las métricas básicas. Aquí hay una lista de verificación para considerar:

  • Vida útil restante: ¿su RUL se basa en modelos predictivos o en el instinto?
  • Rendimiento higiénico: ¿El diseño realmente favorece la limpieza, el acceso y la resistencia a la corrosión?
  • Rentabilidad: ¿Ha calculado el costo total de propiedad, teniendo en cuenta el mantenimiento, el saneamiento y el tiempo de inactividad?
  • Potencial de actualización: ¿Es adaptable a estándares y tecnologías futuras?
  • Riesgo regulatorio: ¿Podrá pasar con confianza las inspecciones el próximo año y dentro de cinco años?

 

Llamado a la acción: repensemos lo que realmente mantenemos

El futuro de la fabricación de alimentos depende de cómo tratemos los sistemas que a menudo pasamos por alto. La fiabilidad no se limita a la funcionalidad, sino también a la higiene, la seguridad y el valor a largo plazo.

Si es operador o ingeniero : Empiece a monitorizar el rendimiento más allá del tiempo de inactividad. Identifique sus activos críticos e integre el diseño higiénico en sus prioridades de mantenimiento.

Si usted es responsable de la toma de decisiones o gerente de planta : Vaya más allá del precio de adquisición. Desarrolle una estrategia de equipos a largo plazo que incluya mantenimiento predictivo, auditorías de higiene y modelado del costo de propiedad.

Si es proveedor o innovador: desafíese a diseñar equipos que no solo sean eficientes, sino también fáciles de limpiar, mantener y monitorear: preparados para el futuro en todos los sentidos.

Y lo más importante, hablemos más de esto. Comparte tus prácticas, cuestiona las normas y eleva la higiene de una simple lista de verificación a una métrica empresarial fundamental.

El objetivo no es sólo prolongar la vida útil del equipo, sino hacer que cada año de esa vida sea más seguro, más limpio y más inteligente.

Fuente: Linkedín.com

17 julio 2025

 

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