El ABC de los transgénicos en alimentos: ¿Cómo benefician o afectan al cuerpo y al ambiente?

Un biólogo molecular explica la diferencia entre organismos genéticamente modificados (OGM) y transgénicos, destacando que estos últimos reciben genes de especies distintas. Si bien se usan para mejorar la resistencia de los cultivos, existen preocupaciones sobre los efectos a largo plazo en la salud y el riesgo de contaminación genética al ambiente. En México, el debate es también cultural por la protección del maíz nativo, y una reciente reforma prohíbe el uso de maíz transgénico en el país.
El biólogo molecular Irving Parra detalló en entrevista cómo se crean los organismos modificados con ingeniería genética y cuáles son los cuidados que debemos considerar
En medio del debate mundial sobre qué comemos y cómo lo producimos, los alimentos transgénicos son la gran preocupación de las familias desde los potenciales beneficios médicos hasta las preocupaciones sobre su impacto ambiental y cultural. Lo cierto es que se trata de un tema complejo y, para entenderlo mejor, platicamos con el bioquímico y biólogo molecular Irving Parra, quien nos explicó qué es un alimento modificado genéticamente y cuáles son sus implicaciones.
¿QUÉ SON EXACTAMENTE LOS TRANSGÉNICOS?
El término “transgénico” suele utilizarse como sinónimo de “organismo genéticamente modificado” (OGM), pero, como señaló Parra, hay una diferencia técnica importante. “Los transgénicos son una ramificación de los OGM. Todos los organismos modificados genéticamente han tenido cambios en su ADN, pero en el caso de los transgénicos, esos cambios implican la transferencia de genes entre especies distintas”.
En otras palabras, mientras un OGM puede haber sido alterado dentro de los límites de su propia especie, un transgénico involucra genes que provienen de otro ser vivo completamente distinto. Este procedimiento permite, por ejemplo, transferir la resistencia al frío de una bacteria a una planta que normalmente no podría sobrevivir en climas gélidos.
¿PARA QUÉ SE MODIFICAN LOS ALIMENTOS?
Aunque los organismos genéticamente modificados tienen múltiples aplicaciones que van desde la medicina hasta la biorremediación ambiental, en esta ocasión nos concentramos en su uso en el sector alimentario. El objetivo más común de la modificación genética en cultivos es hacerlos más resistentes a factores externos como plagas, herbicidas, sequías o bajas temperaturas. “Lo que se busca es eficiencia en la producción”, dijo el especialista. “Si un cultivo resiste mejor a su entorno, requiere menos cuidados y tiene mayores rendimientos”, agregó.
En México, esa eficiencia tiene sus claroscuros. El cultivo del maíz transgénico ha desatado una fuerte polémica por razones ecológicas, pero principalmente culturales. El maíz es un pilar de la identidad alimentaria nacional y forma parte del patrimonio biocultural del país.
¿QUÉ RIESGOS EXISTEN?
Entre las principales preocupaciones están las consecuencias a largo plazo en la salud humana y el medio ambiente. “No se conocen aún con certeza los efectos del consumo prolongado de alimentos transgénicos”, advirtió el biólogo. Algunos estudios sugieren posibles vínculos con alergias o alteraciones neurológicas, aunque la evidencia aún es insuficiente para emitir juicios definitivos.
En cuanto al medio ambiente, el riesgo más inmediato está en la contaminación genética; cuando los cultivos transgénicos polinizan a los maíces nativos, se puede alterar su composición genética, lo que amenaza directamente la diversidad agrícola. También preocupa el uso intensivo de pesticidas asociados a estos cultivos, que se han vinculado con enfermedades degenerativas.
¿QUÉ BENEFICIOS HAN DEMOSTRADO?
La biotecnología transgénica ha sido fundamental en áreas como la medicina. Parra recordó un caso de éxito: la insulina. “La insulina que se vende actualmente en farmacias es resultado de una modificación genética. Se introdujo un gen humano en una bacteria y ahora esta puede producir insulina en masa”. Sin ese avance, millones de personas con diabetes tendrían tratamientos mucho más costosos o ineficaces.
¿QUÉ DICE LA LEY?
En México, la comercialización de OGM destinados al consumo humano está regulada por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, que exige autorización previa y etiquetado claro. Esto permite a los consumidores saber si lo que compran contiene organismos modificados.
En Tlaxcala no se han detectado cultivos transgénicos y el estado protege 16 razas nativas de maíz, lo que representa el 20 % de la diversidad genética del país. A nivel nacional, el gobierno federal publicó en marzo de 2025 una reforma que prohíbe oficialmente el uso de maíz transgénico, al modificar los artículos 4 y 27 de la Constitución.
¿CONSUMIR O NO CONSUMIR?
El Sol de Tlaxcala: ¿Debemos preocuparnos por el consumo de alimentos modificados?
Irving Parra: “No tendríamos por qué preocuparnos demasiado por el consumo de alimentos transgénicos en sí. La preocupación más relevante está en el ámbito económico y cultural. Quién controla la producción, qué semillas se siembran y qué tradiciones se preservan”.
La recomendación final del experto es un recordatorio de sentido común: comer variado, elegir productos locales cuando sea posible, mantenerse activo y exigir información clara sobre lo que consumimos. Mientras tanto, la ciencia avanza para el beneficio y la salud de los seres humanos, que son quienes la producen y se aprovechan de ella.
Fuente: oem.com.mx
3 julio 2025