Efectos del cambio climático en el riesgo de transmisión de patógenos alimentarios

Un informe de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) evidencia que el cambio climático está alterando la transmisión de patógenos alimentarios. El aumento de temperaturas y los eventos extremos favorecen la supervivencia y propagación de bacterias como Salmonella y Campylobacter. Para mitigar estos riesgos, los expertos proponen adaptar los sistemas de vigilancia mediante la digitalización, actualizar las normativas y reforzar la investigación.
En el marco del Programa de Trabajo 2021-2025 del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (MITECO, 2020), la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha revisado las evidencias científicas disponibles en el momento actual sobre los efectos del cambio climático en la transmisión de patógenos alimentarios.
Las alteraciones en los patrones de temperatura, precipitaciones y humedad, así como el incremento en la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos, pueden influir en la distribución geográfica y estacional, así como en la supervivencia de patógenos causantes de enfermedades transmitidas a través de los alimentos y afectar a la seguridad alimentaria.
El informe de la AESAN aporta información actualizada sobre:
- los principales patógenos cuya transmisión puede verse afectada por el cambio climático y su repercusión en la seguridad alimentaria: parásitos, virus entéricos, hongos productores de micotoxinas, Escherichia coli patogénico, Campylobacter spp., Salmonella spp., Aeromonas spp., Vibrio spp., asi como los dinoflagelados, diatomeas y cianobacterias.
Preocupan particularmente los patógenos con baja dosis infecciosa, como los virus entéricos y Campylobacter spp., aquellos con alta persistencia ambiental, como el complejo Mycobacterium avium, y los que toleran variaciones extremas de temperatura y pH, como Salmonella y Escherichia coli.
- los efectos de los factores asociados al cambio climático sobre la incidencia de patógenos de transmisión alimentaria.
- el impacto del cambio climático sobre la transmisión de patógenos de transmisión alimentaria a lo largo de la cadena producción-consumo de alimentos.
Cómo influye el clima en la transmisión de patógenos alimentarios
Algunos ejemplos destacados de cómo el clima influye en la biología de los organismos contaminantes incluyen:
- diversos estudios han demostrado que microorganismos como Salmonella spp., Campylobacter spp., Escherichia coli y especies del género Vibrio incrementan su prevalencia en condiciones de temperaturas elevadas.
- virus entéricos y ciertos parásitos se ven favorecidos por ambientes más húmedos e inestables.
- cambios en la actividad de los hongos productores de micotoxinas.
- alteraciones en la presencia de microorganismos en las cadenas alimentarias acuáticas (como dinoflagelados, o bacterias del género Vibrio).
- el aumento de lluvias intensas e inundaciones favorecen la contaminación de los pastos con microorganismos entéricos como Salmonella, facilitando su entrada en la cadena alimentaria humana.
- En entornos terrestres, muchos patógenos de transmisión alimentaria provienen de la contaminación entérica de origen humano o animal, y pueden dispersarse por el viento (por ejemplo, a través del polvo o el suelo contaminado) o mediante inundaciones, fenómenos que se ven intensificados por el cambio climático.
- el aumento de precipitaciones e inundaciones puede contaminar los suministros de agua, elevando el riesgo de brotes de enfermedades transmitidas a través del agua, como las provocadas por Salmonella, Cryptosporidium y virus entéricos
- el incremento de las temperaturas podría conducir a una mayor prevalencia de las infecciones microbianas y al aumento de las resistencias a antimicrobianos a nivel mundial.
Adaptarse a los cambios ambientales
Para afrontar estas situaciones, los expertos destacan la necesidad de :
- Adaptar los sistemas de vigilancia y control, especialmente mediante la digitalización, que se considera una herramienta clave para la monitorización y gestión del riesgo, ya que permite la recopilación, análisis y modelado de datos para una respuesta más eficiente ante amenazas emergentes. La implementación de plataformas digitales para la gestión del riesgo también permiten mejorar la comunicación y coordinación entre los diferentes actores de la cadena alimentaria, facilitando respuestas rápidas ante emergencias sanitarias.
- Adaptar normativas y protocolos de seguridad alimentaria para enfrentar los nuevos desafíos derivados del cambio climático: por ejemplo, la promoción de prácticas agrícolas sostenibles, la vigilancia del agua utilizada en el riego y el refuerzo de medidas de bioseguridad en la producción ganadera pueden reducir significativamente la incidencia de enfermedades transmitidas a través de los alimentos.
- La investigación continua se considera fundamental para comprender mejor la relación entre el clima y los patógenos, así como para desarrollar soluciones innovadoras, que minimicen su impacto en la salud humana.
- La colaboración internacional y multidisciplinaria será clave en la formulación de políticas efectivas para la mitigación de riesgos y la adaptación a un entorno cambiante.
- la educación y sensibilización de la población sobre los riesgos alimentarios asociados al cambio climático son herramientas fundamentales para fomentar hábitos de consumo responsables y garantizar sistemas alimentarios más seguros y sostenibles en el futuro.
- la inversión en tecnologías de control microbiológico se considera una medida prioritaria. Tanto en técnicas y tecnologías destinadas a detectar, eliminar o inhibir la proliferación de microorganismos patógenos en alimentos, agua y superficies de contacto, como en el desarrollo de sistemas de monitoreo en tiempo real, biosensores y otras herramientas que permiten identificar y responder rápidamente ante la presencia de contaminantes microbiológicos en entornos críticos para la salud pública.
Fuente: higieneambiental.com
15 sep 2025