La FDA acaba de lanzar una herramienta de inteligencia artificial que podría emitir retiros de alimentos más rápidamente

La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) ha implementado "Elsa", una herramienta interna de inteligencia artificial para su personal. El objetivo es analizar datos de seguridad, comparar etiquetas y agilizar las tareas regulatorias para detectar riesgos alimentarios con mayor rapidez. Se espera que Elsa ayude a reducir el tiempo que toma emitir retiros de alimentos al público, aunque la FDA reconoce que la herramienta está en sus primeras etapas y requiere supervisión humana.
Conozca a Elsa, la asistente de inteligencia artificial detrás de escena de la FDA que ayuda a detectar los riesgos alimentarios antes de que se propaguen.
La forma en que usted compra alimentos podría estar cambiando silenciosamente, a medida que los reguladores incorporan inteligencia artificial al proceso detrás de escena.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) ha presentado Elsa, una nueva herramienta interna de inteligencia artificial diseñada para ayudar al personal de la agencia a revisar datos de seguridad, comparar etiquetas de productos y agilizar las tareas regulatorias. Elsa no redactará etiquetas ni se comunicará directamente con los consumidores, pero su función entre bastidores podría influir en cómo se detectan los riesgos para la seguridad alimentaria, cómo se priorizan las inspecciones y la rapidez con la que la FDA responde a los problemas.
Esto es importante porque la IA ya es cada vez más común en el sistema alimentario, desde la formulación y el intercambio de ingredientes hasta el modelado de la cadena de suministro. Si bien Elsa no participa en el desarrollo de productos alimenticios ni en la redacción de etiquetas, su debut llega en un momento en que legisladores y defensores de los consumidores se plantean una pregunta relacionada: ¿Deberían las etiquetas de los alimentos reflejar el papel de la IA en la creación de su contenido?
No existe ninguna ley federal que exija ese tipo de divulgación, al menos, todavía no.
Pero el debate está cobrando impulso. Una encuesta de diciembre de 2024 de Ingredient Communications , una firma de investigación de mercado y consultoría del sector de alimentos y bebidas, reveló que el 83 % de los consumidores desea que las empresas revelen cuándo se utiliza IA en el desarrollo o la producción de alimentos. Casi dos tercios afirmaron no creer que los productos asistidos por IA deban etiquetarse como "naturales", lo que refleja una incomodidad generalizada ante la tecnología invisible que influye en lo que llega a las tiendas.
“Muchas empresas de alimentos y bebidas se han apresurado a adoptar los beneficios de la tecnología de IA, pero es importante que consideren cuidadosamente la opinión de los consumidores al respecto”, afirmó Richard Clarke, director general de Comunicaciones de Ingredientes. “Para evitar reacciones negativas, los fabricantes deberían reflexionar sobre su transparencia”.
Elsa no forma parte de esa decisión de etiquetado, pero ya forma parte del sistema que podría respaldarla. Desarrollada en una nube gubernamental segura, la herramienta ayuda al personal de la FDA a agilizar la gestión de informes de seguridad complejos, documentos de etiquetado y la planificación de inspecciones. La agencia afirma que Elsa ya se utiliza para resumir informes de eventos adversos, identificar inconsistencias en el etiquetado y señalar problemas que podrían requerir un análisis más exhaustivo.
Para los compradores, el papel de Elsa entre bastidores podría influir en la rapidez con la que se comparte información importante cuando algo sale mal. Los retiros de alimentos graves pueden tardar varias semanas en ser clasificados oficialmente por la FDA, lo que significa que las alertas podrían no llegar al público hasta mucho después de que se haya identificado el problema. Los profesionales de la seguridad alimentaria han observado que, en algunos casos, puede tardar de tres a cinco semanas o más para que un retiro sea procesado por el sistema y llegue al público.
Al ayudar al personal de la FDA a analizar los informes de seguridad e identificar tendencias de alto riesgo con mayor rapidez, Elsa podría acortar ese plazo. Si bien no eliminará los retrasos por completo, la herramienta podría facilitar respuestas más rápidas durante brotes o eventos de contaminación, mejorando la forma y el momento en que se notifica a los consumidores.
La agencia ha reconocido que Elsa aún se encuentra en las primeras etapas de su implementación. Algunos miembros del personal de la FDA han expresado su preocupación por la precisión de Elsa con grandes conjuntos de datos y la necesidad de supervisión humana, según informaron BioSpace, STAT News y NBC News. Sin embargo, la implementación de Elsa representa un cambio: la IA ahora forma parte de la toma de decisiones sobre seguridad alimentaria, incluso si aún no se refleja en el envase.
Por ahora, Elsa permanece entre bastidores. Pero las preguntas que plantea —sobre la visibilidad, la confianza y el futuro del etiquetado de alimentos— empiezan a tomar forma a simple vista.
Fuente: foodandwine.com
6 julio 2025